0611-2019

La póliza de seguro D&O (del inglés Directors & Officers, denominada así por su origen en EEUU) es un contrato de seguro especialmente diseñado para cubrir las posibles responsabilidades civiles derivadas de actos que los administradores y/o directivos puedan generar en el ejercicio de su cargo.

Los daños que los administradores o directivos pueden causar en el ejercicio de su cargo y que las pólizas D&O cubren pueden ser tanto los causados a los socios (SL) o accionistas (SA) como a terceros (v.gr. clientes o proveedores).

Este tipo de pólizas son suscritas por la empresa, que actúa por tanto como tomadora, en beneficio de sus administradores y directivos de máximo nivel, que son por otra parte los que más riesgos asumen al tener mayores competencias. Cuando suscribamos este tipo de pólizas es importante analizar detalladamente todo su clausulado, pero muy especialmente que cubra tantos los costes de defensa jurídica como una cuantía adecuada al tamaño de la empresa y tipo de operaciones que esta última lleva a cabo normalmente.

Es muy importante diferenciar la póliza de RC (responsabilidad civil) que una empresa, en tanto persona jurídica, puede haber suscrito para dar cobertura a riesgos asociados a su actividad de negocio de la póliza D&O. Y es que el beneficiario de la póliza de RC ordinaria es la empresa, no el administrador o directivo, que recordemos responde civilmente de sus actos con todo su patrimonio presente y futuro.

Se trata en definitiva de una tipo de póliza que cualquier administrador o directivo que se precie debería tener la cautela de exigir a la empresa para la que trabaja, si es que esta última de motu propio no la suscribe. La previsión de contigencias jurídicas debe ser una de las prioridades básicas en el cuadro de mandos de toda empresa moderna y profesional que se precie.

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