Transporte Imagen: Freepik

En el panorama empresarial, las fusiones y adquisiciones son estrategias comunes para impulsar el crecimiento, consolidar mercados o mejorar la competitividad de una sociedad o grupo de sociedades. En concreto, cuando estas transacciones involucran a empresas del sector del transporte, surgen desafíos legales y operativos que deben ser gestionados con precisión para evitar interrupciones en el negocio. Uno de los aspectos que adquiere especial relevancia es la transmisión adecuada de las tarjetas de transporte en una fusión de empresas.    

¿Qué son las tarjetas de transporte y por qué son cruciales?

Las tarjetas de transporte son autorizaciones administrativas que permiten a las empresas realizar actividades de transporte de mercancías o pasajeros. Se encuentran reguladas en el artículo 42 y siguientes de la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) y en el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT).

Estas tarjetas no solo son necesarias para operar legalmente, sino que también garantizan que la empresa cumple con los requisitos legales en términos de capacidad económica, idoneidad profesional y seguridad.

En una fusión empresarial, donde dos o más entidades se unen dando como resultado el surgimiento de una nueva sociedad, o cuando una de ellas absorbe a la otra, la transmisión de las tarjetas de transporte es un paso crítico.

Sin esta transmisión, la nueva entidad resultante podría encontrarse en una situación de incumplimiento legal, lo que podría conllevar sanciones, pérdidas económicas y la imposibilidad de operar tras la operación de reestructuración.

Requisitos para la transmisión de las tarjetas de transporte

a. Notificación a la autoridad competente

Uno de los primeros pasos en la transmisión de las tarjetas de transporte durante una fusión es la notificación a la autoridad competente, generalmente el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana o la Comunidad Autónoma correspondiente. La empresa resultante de la fusión debe comunicar este hecho a la autoridad, presentando la documentación que acredite la fusión y solicitando la transmisión de las tarjetas de transporte.

b. Cumplimiento de requisitos de capacidad económica

La empresa resultante de la fusión debe acreditar que cumple con los requisitos de capacidad económica exigidos por la normativa vigente. Esto implica demostrar que la empresa dispone de los recursos financieros suficientes para hacer frente a la actividad de transporte. La capacidad económica se evalúa en función del número de vehículos y la actividad a desarrollar, debiendo cumplir con los umbrales establecidos en la legislación.

c. Idoneidad profesional

Otro requisito esencial es la idoneidad profesional, que consiste en demostrar que la empresa cuenta con un gestor de transporte que disponga del certificado de competencia profesional necesario para ejercer la actividad de transporte. Este certificado debe estar en vigor y ser válido para el tipo de transporte que la empresa pretenda realizar.

d. Honorabilidad de la empresa

La empresa resultante también debe cumplir con el requisito de honorabilidad, que se refiere a la ausencia de condenas o sanciones graves relacionadas con la actividad de transporte. La autoridad competente puede denegar la transmisión de las tarjetas de transporte si considera que la empresa no cumple con este requisito.

e. Transmisión de la titularidad de los vehículos

Las tarjetas de transporte están asociadas a los vehículos con los que se realiza la actividad. Por lo tanto, para que la transmisión de las tarjetas sea efectiva, también debe realizarse la transmisión de la titularidad de los vehículos a la nueva entidad resultante de la fusión. Esto implica actualizar la documentación de los vehículos, incluyendo la Tarjeta de Inspección Técnica (ITV) y el permiso de circulación, entre otros.

f. Inscripción en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte

Una vez cumplidos todos los requisitos anteriores, la empresa resultante de la fusión debe inscribirse en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte regulado en el artículo 53 de la LOTT, lo que formaliza la transmisión de las tarjetas de transporte. Esta inscripción es necesaria para que la empresa pueda operar legalmente en el sector.

Consecuencias del incumplimiento del deber de transmisión de las tarjetas de transporte

Una vez inscrita la operación de fusión en el Registro Mercantil, debe realizarse la solicitud de transmisión de la tarjeta de transporte a la autoridad competente, que deberá resolver sobre su concesión dentro del plazo legalmente establecido (por ejemplo, en el caso de la Comunidad Valenciana, el plazo es de cinco meses a contar desde la fecha de registro de la solicitud).

La no transmisión de la tarjeta de transporte a su nuevo titular dentro de los plazos y requisitos establecidos es considerada una infracción administrativa, que podrá ir desde los 301 a los 6.000 euros, en función de las características de la autorización que se debiera haber transmitido, y de si se hubiese realizado o no, dentro de los 15 días siguientes a la notificación del inicio del expediente sancionador, la solicitud de transmisión de la misma, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 199.1 del ROTT.

Además de ello, la falta de transmisión de la tarjeta de transporte, o el hecho de no transmitirla debidamente, puede conllevar la revocación de la autorización de transporte, lo que implicará que el nuevo titular no pueda operar legalmente los vehículos asociados a la tarjeta. Este hecho puede suponer la inmovilización de los vehículos en controles de transporte y la imposibilidad de realizar actividades comerciales de transporte de mercancías, además de la impracticabilidad de la empresa de participar en licitaciones o contratos públicos o privados por no resultar inscrita su titularidad en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte.

Conclusión: transmisión de tarjetas de transporte en casos de fusión de empresas

La transmisión de tarjetas de transporte en casos de fusión de empresas es un proceso que requiere el cumplimiento de diversos requisitos legales diseñados para garantizar que la empresa resultante de la fusión esté dotada de la capacidad necesaria para operar en el sector del transporte de manera segura y legal.

En suma, lo recomendable en este sentido es que las empresas que se enfrenten a un proceso de fusión cuenten con un asesoramiento legal especializado que se encargue de prestar especial atención a cuestiones como las expuestas en el presente artículo para evitar problemas legales que puedan comprometer el buen fin de la actividad empresarial.

Si bien el proceso puede ser complejo, cumplir con los requisitos establecidos por la normativa es esencial para asegurar una transición exitosa y mantener la continuidad operativa en el sector del transporte.

¿Necesita asesoramiento? Acceda a nuestra área relacionada con la transmisión de tarjetas de transporte en caso de fusión de empresas:

Derecho Mercantil

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