Equity Line

En la actualidad, muchas compañías necesitan de financiación para poder realizar sus proyectos o para acelerar su crecimiento y, para ello, acuden a la obtención de financiación alternativa, la cual se aleja de la financiación bancaria tradicional, bajo la cual las empresas contraen deuda frente a los bancos que proporcionan los fondos necesarios para afrontar tales retos empresariales. En este artículo, analizamos la Línea de Capital (o «Equity Line») para financiar a empresas cotizadas.

Características de la Línea de Capital o «Equity Line»

En este artículo, se analiza brevemente la línea de capital o «equity line«, una manera de financiación alternativa distinta a la bancaria, que no es considerada como deuda ni afecta a la CIRBE, disponible para aquellas empresas que cotizan en mercados secundarios, como podrían ser BME Growth y BME Scale en España o Euronext en Europa.

A modo de resumen, podríamos señalar que una línea de capital o «equity line» consiste en un acuerdo entre una sociedad cotizada y otra entidad financiadora (generalmente, un fondo de capital privado) donde esta última pone a disposición de la primera un importe acordado de financiación, que podrá ser demandado de forma total, parcial o por tramos a solicitud de la sociedad cotizada, a cambio de acciones que esta última entregará a la entidad financiadora en el marco de una ampliación de capital dineraria que deberá ser acordada en la sociedad cotizada.

Dicha ampliación de capital se realizará teniendo en cuenta los importes y el plazo pactados entre la sociedad cotizada y la entidad financiadora, y en la que se excluirá el derecho de suscripción preferente de los accionistas.

El precio de las acciones para llevar a cabo la ampliación de capital se obtendrá teniendo en cuenta el precio de cotización de las acciones de la sociedad cotizada en el mercado durante un periodo determinado, aplicando un descuento de entre el 5 y el 10 por ciento, salvo acuerdo alternativo entre las partes.

Esta forma de obtener financiación tiene cierta similitud con el funcionamiento de una línea de crédito. En la línea de crédito, la entidad bancaria se compromete a facilitar un importe determinado a una sociedad, que se obliga a devolverlo bajo las condiciones e intereses acordados.

Sin embargo, la línea de crédito se diferencia de una línea de capital o «equity line», entre otras cosas, en que las cantidades aportadas por la entidad financiadora en este segundo caso funcionan y se registran como capital social de la compañía financiada, y no como deuda.

Conviene señalar que, inmediatamente después de adquirir las acciones de la sociedad cotizada tras la ejecución de la ampliación de capital comentada, la entidad financiadora acudirá al mercado y procederá a su venta al precio descontado para obtener, cuando resulte posible, su correspondiente beneficio.

¿Qué cláusulas son comunes en los acuerdos de «Equity Line»?

Las cláusulas más comunes en este tipo de contratos son las siguientes:

  1. Importe y duración del acuerdo. El importe de la financiación dependerá de las necesidades de la sociedad cotizada, pero también de la liquidez de sus acciones en el mercado. Por lo que se refiere a la duración, estos acuerdos suelen pactarse por períodos de entre uno y tres años.

  2. Obligaciones entre las partes. En esta cláusula se regulan las obligaciones que asumen ambas partes:

    2.1. Por parte de la entidad financiadora, se asumen obligaciones como suscribir las acciones y desembolsar los fondos requeridos por la sociedad cotizada. Si alternativamente la aportación se realiza tras obtener previamente un préstamo de las acciones de la sociedad cotizada (lo que se corresponde con otra de las modalidades de ejecución de la línea de capital), también incluye la obligación de vender dichas acciones bajo las condiciones pactadas.

    2.2. Por parte de la sociedad cotizada, se incluyen obligaciones como realizar la ampliación de capital con exclusión del derecho de adquisición preferente; llevar a cabo todas las gestiones y notificaciones necesarias ante la CNMV; y abonar las comisiones y gastos acordados.

  3. Cláusula resolutoria. Es común pactar una cláusula resolutoria que permita la resolución de la emisión de las nuevas acciones en caso de que ocurran causas de fuerza mayor o alteraciones extraordinarias en las condiciones del mercado.

  4. Comisiones y gastos. Esta cláusula regula la comisión que recibirá la entidad financiadora y establece el régimen de imputación de los gastos asociados al acuerdo.

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