
La empresa y sus administradores durante el concurso
Ejercicio de las facultades de administración en el concurso
En general, los administradores de la empresa declarada en concurso siguen ejerciendo su cargo. En caso de concurso voluntario, el concursado conservará las facultades de administración y disposición, pero su ejercicio estará sometido a la intervención de la administración concursal, que podrá autorizar o denegar las operaciones según lo considere conveniente.
Por lo tanto, la representación de la empresa corresponderá a los administradores; sin embargo, como mencionamos, el ejercicio de esas facultades estará sujeto a la autorización de la administración concursal. No obstante, en caso de concurso necesario, el concursado tendrá suspendido el ejercicio de las facultades de administración y disposición sobre la masa activa, y la administración concursal sustituirá a los administradores o liquidadores de la empresa concursada en el ejercicio de dichas facultades.
Modificación de la retribución de los administradores
El juez del concurso puede acordar eliminar o reducir la cuantía de la retribución de los administradores de la empresa concursada, en función del contenido y la complejidad de las funciones de administración, así como de la importancia de la masa activa.
Relación con el personal de alta dirección
Durante la tramitación del concurso, la administración concursal, por iniciativa propia o a solicitud de la empresa concursada, podrá extinguir o suspender los contratos con el personal de alta dirección.
En caso de extinción del contrato de trabajo, el juez del concurso podrá moderar la indemnización correspondiente al alto directivo, quedando sin efecto la pactada en el contrato, con el límite de la indemnización establecida en la legislación laboral para el despido colectivo.
El papel del auditor de cuentas
El auditor de la compañía puede continuar con su actividad; no obstante, a solicitud de la administración concursal, el juez del concurso podrá acordar la revocación del nombramiento del auditor de cuentas y designar a otro para la verificación de las cuentas anuales.
Continuidad de la actividad empresarial
Es importante tener en cuenta que la empresa declarada en concurso puede seguir operando, ya que la declaración de concurso no interrumpe la continuación de la actividad profesional o empresarial que se viniera ejerciendo.
Hasta que la administración concursal acepte el cargo, el empresario podrá realizar los actos imprescindibles para la continuación de su actividad, siempre que se ajusten a las condiciones normales del mercado. Además, en caso de concurso voluntario, la ley prevé, con carácter general y con el fin de facilitar la continuidad de la actividad empresarial, que la administración concursal pueda autorizar los actos u operaciones propios del giro o tráfico ordinario, que, por su naturaleza o cuantía, puedan ser realizados por el concursado o por sus directores generales.
Obligaciones contables y fiscales durante el concurso
En caso de concurso voluntario, se mantiene la obligación legal de formular y someter a auditoría las cuentas anuales, lo que corresponderá a los administradores de la compañía, bajo la supervisión de la administración concursal. Asimismo, la obligación legal de presentar las declaraciones y autoliquidaciones tributarias deberá realizarse bajo la supervisión de la administración concursal.
Capacidad procesal de la empresa concursada
En general, en caso de concurso voluntario, la empresa concursada conservará la capacidad para actuar en juicio, pero necesitará la autorización de la administración concursal para:
- Presentar demandas
- Interponer recursos
- Desistir
- Allanarse total o parcialmente
- Transigir litigios cuando la materia litigiosa pueda afectar a la masa activa.
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