Devesa 0305

¿A qué retos se enfrenta la empresa y sus directivos en la nueva economía? Es indudable que la nueva economía, desarrollada en torno a la digitalización, ha modificado la concepción tradicional de las empresas, que ya no son ajenas a las sensibilidades de los consumidores, y ha abierto nuevos campos, como la Inteligencia Artificial, el Big Data, el Cloud Computing o el Internet de las cosas, destinados a conocer las necesidades de los clientes.

La irrupción de este nuevo modelo económico, centrado en las posibilidades que ofrece la red para acercar a las empresas a sus consumidores, exige a las compañías y a sus directivos un proceso de adaptación para adecuar estas nuevas prácticas, puestas al servicio del marketing, a la necesidad de preservar la seguridad y la privacidad del consumidor.

 

Las nuevas tecnologías frente a la privacidad y seguridad del cliente.

Ninguna empresa es ajena a las casi infinitas posibilidades que ofrecen los nuevos sistemas de inteligencia artificial o la minería de datos para extraer conclusiones estratégicas en función de las necesidades detectadas de los consumidores. Pero tampoco son ajenas a que estas nuevas tecnologías pueden causar graves daños a la privacidad de los usuarios, por lo que es necesario conjugar estas herramientas con el cumplimiento de la incipiente normativa que pretende proteger a los consumidores de posibles malas prácticas empresariales en esta materia.

 

Nuevo reglamento de protección de datos: un auténtico cambio normativo.

Este es el caso del nuevo reglamento de protección de datos, que supone un auténtico cambio de modelo normativo en el que, asimilando los conceptos y estructuras anglosajones, se cambian instituciones como la tipicidad de las conductas y sus sanciones por fórmulas de diligencia debida (due diligence) o gestión responsable (accontability), en un claro giro hacia la cultura del cumplimiento normativo, conocido como Compliance, habitual en esas regiones.

En este sentido, la introducción en 2010 de la responsabilidad penal de las personas jurídicas y el establecimiento de una serie de delitos cometidos tanto por sus directivos como sus empleados ha generado la necesidad de crear y adaptar planes de prevención de delitos en las empresas para poder eximir esta responsabilidad penal y pensar soluciones efectivas para evitar sus consecuencias.

 

¿Qué soluciones prácticas se pueden llevar a cabo para evitar estas conductas?

Las soluciones para tratar de no incurrir en estas malas prácticas empresariales se deben centrar en el desarrollo de planes de prevención enfocados en los parámetros que el propio reglamento europeo establece: la privacidad desde el diseño y por defecto, así como la proactividad.

Según Cisco, en el año 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet, frente a las 7.000 millones de personas en el mundo. Este dato urge a fabricantes y compañías tecnológicas a prever e introducir en la cadena de fabricación una metodología de diseño y pruebas que garanticen tanto la funcionalidad de los dispositivos como la protección de los usuarios ante ciberamenazas que puedan provocar un daño a la privacidad, intimidad o seguridad de los ciudadanos.

Seguridad que se constriñe a garantizar la confidencialidad, integridad y accesibilidad de los datos que, con el esquema nacional de seguridad del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), podría implementarse en cualquier organización.

 

Juan José Cortés
Of Counsel del Área Compliance y Legaltech de Devesa & Calvo Abogados

 

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